Paula y su eterna sonrisa

Se llamaba, se llama Paula; solo tenía diez y siete años. «De mayor», quería ser periodista.Le gustaba jugar a baloncesto.Era, todos los que la conocían, lo dicen, una persona feliz con una sonrisa perenne, de esas, tan necesarias, que transmiten felicidad y buen rollo. Un faro con dos piernas que iba iluminando a los que pasaban por su lado. Sin ir más lejos, el día de su despedida, sus amigos y familia eligieron una canción que debía definirla: «Escopinya» del grupo Oques Grasses; puro reflejo de lo que les irradiaba : «ets un aspersor d’amor= eres un aspersor de amor».

No la conocí personalmente , pero si a sus desconsolados padres; dos bellísimas personas, por lo que presumo , que Paula era una criatura de belleza interior sin igual.

Tu , Paula; te has marchado sin poderte despedir, de la forma más cruel que podía ser: una maldita y cruel enfermedad, inesperada, súbita , atroz, de las que no dan tregua , ni marcha atrás, en plena juventud, sin dar ningún margen de maniobra, de aviso ; aunque nadie puede estar preparado a esto.

Te has marchado con una maleta llena de sueños por cumplir; pero, también puedo decir, con un legado impresionante, a pesar de tu corta edad. La enorme tristeza y vacío que dejaste a un innumerable número de amigos, familiares y allegados es impresionante.Siempre podrás decir, que hiciste algo único y al alcance de pocos: que la plaza central de tu pueblo, Castellbisbal, se llenó completamente, en homenaje a ti.

Tu ahora te irás a acompañar a otros «ángeles» que te precedieron; mi hijo Alex , seguro que te habrá recibido con su sonrisa única y particular; y podrás ejercitar con el , tus dotes de una gran canguro-cuidadora como tu.

Los que se quedan aquí, tus papas María José y Charly y tus hermanos Carla y Marti, tienen el reto más difícil que se hayan podido encontrar en sus vidas : seguir adelante , embargados por la pena y tu recuerdo, con multitud de cosas que les hubieran encantado decirte, y con abrazos, besos, caricias que por lo inesperado , se quedaron ahí. Seguro Paula, que les gustará saber , que tu no se lo tienes en cuenta, que precisamente, esa felicidad que derrochabas, se debía a todo lo que ya te habían dado.

A ellos, decirles, que ahora les van a venir tiempos muy difíciles. Un proceso, el duelo, que deben pasarlo en todas sus fases: negación, irá, la negociación o fase del y si…, la depresión , hasta llegar a la etapa final : aceptación .

Superar la pena, será difícil, pero con el tiempo, aprenderán a convivir con ella.

Lo más importante es que en el futuro, se queden con los pensamientos positivos, con los recuerdos de tu sonrisa y la felicidad que les transmitiste, y no se dejen llevar por reproches y condicionales del tipo «y si…». El pasado es eso, pasado…ahora tenéis que pensar en el presente, en los que tenéis al lado: pareja, padres, hijos, hermanos …y sobretodo apoyaros como una piña, como la familia que sois, en la que Paula seguirá estando siempre presente. Es muy importante que os brindéis ese apoyo, de forma que en los días que uno se encuentre peor, el que esté menos mal pueda ayudarle.

Paula seguro que los que menos desearía , es ser la causa de vuestra tristeza, por ella y su recuerdo debéis mirar hacia adelante y perpetuarla en el tiempo, dentro de vuestros corazones, con los recuerdos mutuos más dulces que vivisteis.

Las circunstancias, las vivencias, que nos topamos en la vida, son las que son; y no está en nuestras manos poder cambiarlas.Somos marionetas de unos frágiles hilos, que no manejamos nosotros, por mucho que nos empeñemos,

Yo solo puedo deciros, en mi experiencia, de perder un hijo, absolutamente diferente e incomparable; porque cada una de estas situaciones son únicas, y cada uno las lleva como sabe y puede. Pues eso, que se sale adelante, que habrá días que el dolor y la pena os embargue, os bloquee, pero que lo importante es que lo viváis, y que penséis que al final debéis ser capaces de convivir con el mismo. No os apresuréis, tomaros vuestro tiempo, es importante…pensad que no estáis solos, que habemos muchas personas que estamos aquí, para ayudaros durante esta etapa , la cual tenéis que vivir irremediablemente , pero que el camino se puede hacer más ligero si os apoyáis entre vosotros y si dejáis que otros os ayuden.Ahora tenéis que mimaros, cuidaos, protegeos, recordando, por supuesto a Paula (ella siempre estará dentro vuestro) , pero con el objetivo de seguir viviendo con un vacío dentro vuestro, que nunca llenaréis; pero que, estoy convencido, superaréis. Os convertiréis en resilientes, y veréis que después de la tormenta, siempre sale el sol, un sol tan brillante como la sonrisa de Paula.

Solo me queda deciros, que me solidarizo con vosotros, que ayer volví a llorar al sentir vuestro dolor y revivir sensaciones que tenia dormidas, y que aquí me tenéis para , en la medida de mis posibilidades brindaros mi ayuda.

Un fuerte abrazo desde dentro de mi corazón , ese en que siempre pervivirá mi hijo Alex; al igual que hará en los vuestros Paula.

3 respuestas a «Paula y su eterna sonrisa»

  1. Qué pruebas tan difíciles de comprender nos pone a veces la vida, y qué complicado asumir que la existencia es exactamente eso, ir llenando los espacios de nuestro cuerpo de penas, alegrías y en definitiva, historias. Si se decide seguir, hay que gestionar esa tristeza para que, sin dejar de alguna manera de acompañarnos, podamos acabar de completar nuestro cometido.

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