¿De verdad te vale la pena?

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¿De verdad te vale la pena?

Durante las ultimas dos semanas, tras la implantación de mi  marcapasos , he tenido mucho tiempo para meditar sobre lo que habia estado haciendo con mi vida.

Siempre me habia dicho a mi mismo, que mi trabajo me encantaba; que podía pasar horas y más horas trabajando, porque era algo que me motivaba, me apasionaba, que me entusiasmaba. O eso al menos, es lo que creia.

Me sentía parte de mi empresa, sentia que era una relación recíproca, yo daba, porque mi empresa me daba. Sin embargo; tras mi susto; me he dado cuenta, que mi relación con la empresa no era todo lo sana que debia ser;  y que quizás el balance, respecto a lo que yo aportaba y ella me daba; no estaba del todo compensado.

Sin ir más lejos, dos dias después de mi operación, estaba conectado nuevamente, porque me necesitaban, «porque no tenian repuesto» (o eso me decia a mi mismo) , y habia un proyecto tremendamente importante, que dependía «unicamente» de mis aportaciones. Si que era cierto que el proyecto lo habia estado llevando de una forma tremendamente unipersonal; con lo que generé una dependencia enorme , sin aparentes alternativas, para cederlo a otras personas.

Y efectivamente, como me encontraban bien, y se me requería, y yo creía que mi aportación era fundamental, estuve trabajando al dia siguiente, y al otro, y el otro…cada dia habia una excusa, algo importante que se tenia que realizar, y que requería mi aporte.

Pero llegó un dia, de esta semana, tras 9 dias post operación, que me di cuenta, que no podia seguir así, que cada dia, habia algo que me necesitaba;  y que «siempre» era «muy importante».

Las empresas son autenticas esponjas, y son capaces de absorber toda el esfuerzo, trabajo, sudor y lágrimas, que les brindes. Y llegó el fatidico dia, que me sentí mal, enfadado conmigo mismo, atrapado en mi propia trampa;  y me dije que eso no podia seguir así.

Hablé con mi superior, y  le dije, que no podiamos seguir con la misma dinámica; que cada dia hubiese algo nuevo,  ¿y sabeis qué? : lo entendió perfectamente.

Pero lo más triste, fue lo que me dijo: «Ginés , tienes que decir que NO, tienes que aprender a decir que NO, …nadie va a dudar de ti, de tu dedicación, de lo que has hecho, de lo que nos brindas, pero sólo tu , tienes que marcarnos-marcarte los límites…porque si tu no los pones, si tu no lo haces, nadie más lo va a hacer, la empresa estará encantada que sigas aportando, y nunca tendrá suficiente…

En definitiva, que el problema de mi sobrecarga, no era mi empresa;  si no YO MISMO, por mi tremenda autoexigencia y sentido de la obligación.

Me he equivocado, me equivoqué. Está genial ser responsable e intentar hacer un trabajo de alto valor añadido; pero al final, tienes que marcarte tus propios límites. No eres Superman, eres un ser humano, con mejores o peores habilidades, formación, aptitudes y actitudes, y que , solo de ti depende, hacia donde quieres llevar tu dia a dia profesional y hacia donde quieres fijar tus barreras profesionales.

Y, ha empezado a rondarme, una pregunta : ¿De verdad te-me vale la pena? .

¿De verdad te vale la pena, toda esa dedicación, esfuerzo, sacrificio personal, tiempos perennes , infinitos, sin ningún final…?

¿De verdad te vale la pena? No dedicarle, los tiempos que se merecen tu familia, tus amigos, tus aficiones,…

¿De verdad te vale la pena? No dedicarte tiempo a TI: a tu salud mental, a tu salud física, a cuidarte, a mimarte, a hacer lo que realmente te llega, te motiva, te inspira y te hace vivir disfrutando al segundo.

¿De verdad, sentirte realizado profesionalmente,

sacrificando lo anterior,

vale la pena?

La sociedad actual ;los modelos laborales actuales; son nuevos modelos de esclavitud, con la diferencia de que tu eres , en muchos casos, tu propio capataz y a la vez tu propio esclavo.

El ideal de la conciliación de la vida profesional y personal, tan manido, y vendido por los Departamentos de Recursos Humanos de las empresas; no son validos, en el entorno actual.

Actualmente no pueden existir compartimentos estancos entre vida personal y vida profesional, se intercalan continuamente, y de forma intrínseca; las nuevas tecnologías y modelos profesionales «sin oficinas o con oficinas en casa», conllevan, el saber fijarse nuevas disciplinas, nuevas reglas personales, que te permitan buscar momentos de desconexión, alternando espacios de tiempo de trabajo, con espacios de tiempo personales. No se puede hacer de otra forma.

El único jefe , en este caso, eres tú. TU eres el unico, que tienes la obligación de fijar los límites, y evitar entornos 24/7 (24 horas laborables durante 7 dias semanales).

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Debemos dejar de culpar . unicamente a nuestro trabajo, a nuestra empresa…y culparnos mucho más a nosotros; a no ser realmente disciplinados y a no distribuir-alternar correctamente, los tiempos profesionales de los personales (igual o más importantes).

La culpa es nuestra, nosotros tenemos que fijar esos tiempos, nuestros límites, nuestras pausas, nuestros descansos, y nuestos NOES.

Debemos aprender a decir NO,

debemos decir NO,

si no lo hacemos nosotros,

nuestro cuerpo , nuestra salud,

lo acabará diciendo por nosotros…

y entonces puede ser demasiado tarde.

 

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Debemos aprender a decir NO, debemos decir NO, si no lo hacemos nosotros, nuestro cuerpo , nuestra salud, lo acabará diciendo por nosotros… y entonces puede ser demasiado tarde. DISFRUTA DE LO QUE TE BRINDA LA NATURALEZA, MIRA ALREDEDOR Y DELEITATE CON LA BELLEZA

5 respuestas a «¿De verdad te vale la pena?»

  1. Muchas gracias Gines como siempre por compartir tus reflexiones!! ; estoy totalmente de acuerdo contigo…hay que practicar el NO, sin perder profesionalidad pero sin perder la vida.

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